Twenty-first Sunday in Ordinary Time
Is 22: 19-23 / Ps 138 / Rom 11:33-36 / Mt 16:13-20

August 27, 2023 (St. Jarlath, 10:30am y 1:00pm)

“Hola, ¿cuál es tu nombre?”  En cambio que simplemente el nombre, de dónde es, qué tipo de trabajo tienes, cuántos hijos tienes…¿Qué pasaría si hiciéramos esto: “Hola, ¿Cuál es tu nombre? ¿Quién es Jesús para ti?” Seguramente sería diferente si nos presentamos de esa manera.

“¿Quién dicen que soy yo?” ¿Quién es Jesús para ti?  No es decir que los demás no son importantes.  Pero la cosa más importante es tu relación con Jesús.  Más importante de su trabajo, de cuál parroquia, o de qué grupo de ministerio, la cosa más importante es tu relación con Jesus.  Porque podemos hacer cosas muy buenas, aun cosas buenas por la iglesia.  Pero si no conoces a Jesús personalmente, ni tienes buena relación con él, a los demás no les importa.  Entonces “Quién dicen que soy yo?” 

¿Él es simplemente una buena persona? ¿Otro personaje histórico que tuvo mucha influencia, pero que realmente no hace nada por mí? 

En cierto modo, nuestros hermanos y hermanas evangélicos protestantes tienen razón cuando a menudo enfatizan un encuentro personal con Jesucristo y aceptarlo como Señor y Salvador.  Nosotros, como católicos, realmente creemos eso también.  Simplemente no podemos tener miedo de poseerlo.

Porque una vez que lo proclamamos como nuestro Salvador y Redentor, todo debe cambiar.  Él hace la diferencia en cada aspecto de nuestras vidas.  Más felicidad, más esperanza, más alegría… más paciencia y perseverancia en el sufrimiento, más comprensión en los desafíos.  Más claridad para la vida.

¿Quién es Jesús para ti? ¿Es él quien es parte íntima de todos estos factores de tu vida? ¿O es simplemente algo de lo que hablamos los domingos?

Entiendo que habrá algunos cambios en nuestra parroquia en estos meses que vienen.  Pero, no se preocupen.  Siguen adelante, hermanos y hermanas.  Ustedes ya tienen la fundación de la fe para contestar a esta pregunta: “Quién dicen que soy yo?”  Pues, animo!  Animo a proclamarle como su Redentor y Salvador.  Y exactamente porque Él ya es nuestro Redentor y Salvador, ya es nuestro Dios, más que simplemente un hombre bueno, creemos y tenemos la confianza que todo estará bien, porque todo estará bajo su control.  

También, cada Domingo, podemos tener la oportunidad de encontrarle aquí en la Santa Misa, especialmente aquí en la Santa Comunión.  Es un encuentro tan personal con nuestro Dios.  Porque si en verdad Él es nuestro Dios, si Él nos encuentra en el Sacramento de la Eucaristía, tendremos esta gran deseo a acercar nos a Él.  

No venimos a La Misa simplemente por la música bonita ni la homilía de este padrecito ni la comunidad.  Bueno, todo eso es bien importante a añadir al ambiente de La Misa.  Sino, más que todo, venimos por Jesus.  Porque si la homilía o la música o la comunidad son muy bonitos, pero no sabes quien es Jesus ni conoces quien es Jesus para ti, pues no importa.

“¿Quién dicen que soy yo?”  Ojala que puedan encontrarlo como mi Señor y Salvador, mi Dios y mi todo, aquí en cada Misa.  Por eso, nos vemos en la Eucaristía.